Muchas veces nos hemos encontrado en la situación de ver como un programa se congela y no responde a nuestras acciones. Ante esto la única solución era acabar con el proceso correspondiente a ese programa, y, hacerlo, no era tarea simple.
Task Killer es una aplicación gratuita para Windows con la que podremos tener a mano todos los procesos activos del sistema de modo que podamos eliminar el que queramos en pocos segundos.
Se instala en forma de icono en la barra de tareas en el que podremos ver los procesos activos y las ventanas abiertas en nuestra sesión. Bastará con seleccionar un ítem para acabar con su ejecución.
Además es bastante personalizable para adaptarlo a nuestras necesidades. Todo esto hace de Task Killer una genial herramienta que merece estar instalada en nuestro PC.
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